El karité (Vitellaria paradoxa sinónimo : Butyrospermum parkii (G. Don) Kotschy) es un árbol de hasta 15 metros de altura de las sabanas árboreas del oeste de África. El nombre de karité significa árbol de mantequilla. Este árbol puede vivir hasta tres siglos y el diámetro del tronco puede medir hasta un metro. Tradicionalmente en África del Oeste, sus frutos se llaman nueces, estos frutos son drupas carnosas con una almendra de cáscara fina. Se obtiene, tras ebullición y triturado de estas almendras, una grasa vegetal llamada manteca de karité. Esta sustancia es comestible y utilizada tradicionalmente en la cocina local, también se utiliza en la industria chocolatera como sustituto de la manteca de cacao. Se conoce sobre todo a esta manteca por sus propiedades hidratantes por lo que es utilizada en la composición de numerosos preparados de la industria cosmética
Se obtiene por presión de las semillas del karite, formando una manteca de color marfil, con un punto de fusión entre 32 y 45°C. La composición es variable, pero mayoritariamente está formada por ácido oleico (49%), esteárico (38%), palmítco (6%) y linoléico (4%), además de una fracción insaponificable del 2,5 al 15% (fracción de gran interés cosmético). Este insaponificable está formado en un 25% por karitene, en un 13% por alcoholes triterpénicos y por un 3% de fitosteroles. Tanto los terpenos como los fitosteroles están esterificados con ácido cinámico. El karitene y el ácido cinámico pueden absorver en las longitudes de onda del ultravioleta, lo que explica su actividad fotoprotectora similar a los filtros solares, además son componentes vegetales totalmente inócuos con actividad eutrófica y una gran capacidad de incorporanción a través de los distintos estratos cutáneos.